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Cita un sabio refrán: "Vísteme despacio que tengo prisa". Frase que bien podría resumir la filosofía que inspira a la Asociación Terapéutica La Tortuga, única entidad que trabaja en el Condado con niños que sufren el trastorno por déficit atencional con hiperactividad (TDAH), un síndrome conductual que tiene su origen en orígenes neurobiológicos y de componente genético.

La Tortuga en Almonte desarrolla su labor psicológica con alumnos que sufren este trastorno que afecta a entre un 5 y un 10% de la población infantil y juvenil, si bien es tres veces más frecuente en varones. Además del trabajo con los afectados, la entidad también realiza terapias con los progenitores a través de la Escuela de Padres, donde se les imparte un asesoramiento individualizado, principalmente para instruirles sobre los mejores métodos y herramientas para mejorar las capacidades de sus retoños. Precisamente esta labor, incide la psicóloga de la Asociación, Isabel Jiménez, tiene su extrapolación en la escuela "donde seguimos la trayectoria académica de los alumnos con el objetivo de conocer su ritmo de aprendizaje", dice. Una doble vertiente enfocada a "resolver las dudas del profesorado sobre el trastorno hiperactivo, brindando nuestra ayuda y conocimiento para formar un vínculo positivo entre el colegio, la familia y la asociación", añade. Ello se traduce en que los profesionales de la enseñanza cuenten con una brújula orientativa que se presume fundamental para lograr la mejora curricular de los menores afectados.

Con ellos la asociación desarrolla terapia individualizadas de habilidades sociales, de relación y académicas. Jiménez puntualiza que estas últimas tienen como fin "trabajar uno de los dos aspectos más deficitarios de los que pueden encontrarse en los pequeños: comprensión lectora y estrategia de estudios".

Jiménez explica que cuando los padres acuden a la asociación se les deriva a los distintos profesionales que trabajaran con los niños. En este caso, se realiza una breve exploración donde se recaba una pormenorizada información sobre la trayectoria del afectado, desde el momento en que se le practicó su diagnóstico y notaron los primeros síntomas hasta nuestros días. En base a ello se le brinda asesoramiento a la familia sobre el mejor modo de encauzar la educación y tratamiento del pequeño. De igual modo a la familia se le informa de las ayudas públicas estatales, pasando por la obtención de la minusvalía.

La secretaria de la asociación, Dulce Núñez, relata que la asociación nació "a raíz de la inquietud de un grupo de nueve padres que aspiraban a dar a sus hijos la posibilidad de tener un tratamiento multimodal, en lugar del meramente farmacológico, al que suele limitarse la prescripción médica. De este modo y gracias a la entidad estos tratamientos se complementan con el tratamiento psicopedagógico y escolar, amén del entrenamiento a los padres", concluye.